La intervención recoge la consolidación del carácter arquitectónico tradicional y la aportación de nuevas tecnologías que, por una parte, ofrecerán un confort adecuado al uso de las viviendas; y por otra, consolidarán y potenciarán la tipología tradicional de la vivienda.
Se plantea el primer cuerpo de la construcción, o zócalo pétreo, ocupando todo el perímetro de la parcela. Compacta las manzanas que aún quedan libres. La piedra y la cerca son dos elementos que toman especial protagonismo en su relación con el municipio, estableciendo recintos semi-privados, a modo de patios o huertas, que pertenecen a distintas unidades vecinales. De esta forma, se sigue con la estructura heterogénea de patios y huertos típica de estos municipios desarrollado durante las últimas décadas.