La propuesta resuelve de manera sencilla las necesidades de la plaza, como son la reordenación de espacios y el tráfico, la iluminación y mobiliario urbano a través de un único elemento: el banco.
El objetivo es, además de revitalizar el espacio público que ahora no funciona como tal, que la plaza sea concebida como un espacio abierto a todos los vecinos y se entienda como un espacio de oportunidades sociales.
Esta pieza dibuja un trazado sinuoso, plegándose sobre sí misma y desdoblándose en ciertos puntos que marcan los accesos a la plaza y generan bancos enfrentados como nuevos espacios de reunión. Este trazado se ha diseñado de forma que permita una mejor circulación y una convivencia más fluida, con capacidad de liberar espacio para desarrollar actividades que activen el pueblo.