La nueva piscina cubierta ubicada en el entorno del estadio de fútbol San Bernardo adquiere una posición privilegiada. A pesar de la distancia que la separa del mar, el volumen que se edificará adquirirá envergadura urbana suficiente para ofrecerse como una referencia visual en el entorno próximo y lejano, por lo que la imagen desde el municipio y las viviendas más próximas deberá cuidarse a través del aspecto general del edificio así como su vinculación con el mar.
No se trata sólo de crear un equipamiento adicional en Estepona, sino además aprovechar su emplazamiento para que el edificio sea un nuevo catalizador de actividades y así distinguirse positivamente respecto de las tres piscinas existentes (Santo Tomás de Aquino, Cancelada y Centro Deportivo Ramón de la Morena).