La geometría del edificio es el resultado de las alineaciones a línea de fachada y lindes. El volumen de la vivienda va perdiendo peso en altura, dando lugar a patios y terrazas que permiten distanciarnos de los límites, incorporar luz al interior y gozar de ventilación natural, aparte de disfrutar de nuevos espacios al exterior.
La vivienda se organiza en 2 niveles más una planta bajo cubierta.
El acceso, tanto rodado como peatonal, se produce por la calle Castilla, donde se ubica la fachada. Esta se resuelve igualmente en dos niveles. El primero de ellos alcanza una altura de 2 metros y 10 centímetros y está formado por planchas de deployé trazando un zigzag en planta, creando un juego de sombras en fachada y filtrando la luz al espacio interior. El segundo nivel arranca en 2.10 y llega hasta la cubierta, cumpliendo con las limitaciones de altura que indica la normativa. Continúa con el trazado del paramento inferior pero cambia la materialidad del mismo: serán rollizos de bambú, material protagonista de la vivienda como veremos en el interior.
Tras este primer filtro, un pequeño patio actúa de antesala a la vivienda, cuyo centro de atención es el árbol (ciprés) que da la bienvenida a la casa. A través de él se comunican el garaje y la entrada principal. Cuenta con un pequeño banco de madera que aporta calidad al espacio.
