El nuevo acceso propone mejorar tres aspectos de la situación actual. En primer lugar, el cerramiento se compone de pilastras de granito de la sierra, a corte de cizalla, alineadas y separadas ocho centímetros, que mantienen constante la línea superior de coronación para crear un plano horizontal virtual. La base, sin embargo, se adecua a las curvas de nivel del terreno –en ligero descenso-.
Esta solución mantiene el cementerio cerrado según los horarios establecidos pero permite, al mismo tiempo, un conjunto de transparencias visuales que vinculan el embalse con el camino. En segundo lugar, se propone una geometría que permite la maniobrabilidad de los vehículos semi-pesados en el interior del cementerio al tiempo que recoge la direccionalidad marcada del camino de acceso desde el municipio. Este quiebro permite incluir una pérgola y un banco de duelo al exterior, mientras que tras él y ya en el interior se localizan los columbarios. En la geometría irregular del interior se organiza un pequeño jardín y un banco donde poder sentarse. La pérgola exterior permite que, en caso de tormenta, los usuarios puedan resguardarse temporalmente.