El proyecto cuida el plano horizontal para configurar el espacio lo más accesible y cómodo posible para todo tipo de usuarios, limita el tráfico a un carril de acceso a garajes de bloques de vivienda y jerarquiza espacios de reunión y juego mediante la vegetación.
Tras el estudio del sistema de tráfico actual, se rediseña el plano de circulaciones logrando dejar como tráfico autorizado de acceso a cocheras las calles Mallorca, Menorca, Híspalis y Francisco Gutiérrez. Esta última aprovecha su vinculación a la plaza para establecer un ámbito de terraza al aire libre.
La plaza queda como un espacio abierto, con límites peatonales difuminados en lugar de estar acotada por el viario circundante y concebirse como un espacio residual.