BRAND PROJECT

CASA FAROL

JUEGO DE LUCES Y SOMBRAS

Filtrar la luz a través de materia, de la misma forma que colamos el agua por un
filtro de café, nos permite colorear y hacer vibrar a la luz.

– Moisés Royo

La celosía, además de concebirse como filtro solar debido al clima extremo de Madrid y a su duro sol de tarde en las tardes estivales, presenta la cualidad de ocultar a sus usuarios al exterior. La cerámica aporta un grado de privacidad adicional a la planta superior sin renunciar a la luz. Su ejecución a través de bastidores colgados de los cantos de los forjados desmaterializa su presencia desde el interior, donde unas grietas de luz horizontales en el punto de contacto entre el plano superior e inferior evidencian la voluntad de la cerámica por flotar, por levitar, en el juego propuesto por la luz.

La luz incide contra las paredes de las piezas de barro y se refleja e inunda el interior de las estancias. La tonalidad natural del barro, de la cerámica rojiza perforada, consigue no sólo moldear la luz, sino también proporcionar un tono más cálido al interior de las habitaciones. El tono más anaranjado de la luz distingue el dentro y el fuera, la luz que llega directamente del sol, y la luz domesticada, acariciada por la materia para posteriormente colarse por sus intersticios y servir a los usuarios.

 

 

La casa, el refugio de cada uno de nosotros, debe relacionarse con la ciudad y producir nuevos encuentros con el contexto urbano en que se inserta. Pero, al mismo tiempo, debe manifestar una cierta condición enigmática de lo que ocurre tras sus paredes y cerramientos que proteja a sus usuarios tanto visual
como funcionalmente.

El frontón recto que sugiere la celosía cerámica termina el pórtico de la planta baja en el contacto con el cielo. Sugiere la capacidad de abstracción similar a la de un templo griego a través de su geometría y juego de líneas. Si en la Grecia clásica era necesaria su resolución triangular por la obligatoriedad de ejecutar las cubiertas inclinadas, hoy ese mismo frontón puede ser recto puesto que podemos solucionarlo a partir de cubiertas planas. La relevancia de este elemento clásico en el que se contaban escenas enteras emocionantes de algún mito muy conocido, como el nacimiento de Atenea en el Partenón, supone en la Casa Farol contar también la diaria y emocionante vibración de la luz al atravesar la geometría cerámica. 

 

La Casa Farol pretende contar la historia del sol, cambiante a partir de la luz que nos llega, cada año. Trescientos sesenta y cinco episodios que se superponen, uno tras otro, como las pieles de un bulbo en la tierra, que completan el significado de esta pieza.

Porcelanosa Urbatek

Espacio Veintenorte

Geberit CasaDecor

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